Vancouver: atardecer en la bahía al final de la primavera. (Fotografía de Jules Etienne).

martes, 21 de mayo de 2024

Mirándolas dormir: LA MARAVILLA DE LOS DIEZ DÍAS, de Ellery Queen

"... la señora Van Horn había escogido para dormir, la noche pasada, el lecho de su esposo..."

(
Fragmento de El noveno día)

- Una vez comprendí la naturaleza de la relación, una vez la comprendí, caballeros, vi que era posible predecir el crimen siguiente. Tenía que ser así. Era una conclusión inevitable. Nueve crímenes, y el décimo era inevitable. Más aún, una vez compren- dida la naturaleza de la pauta, era posible predecir, como le hice ver a Diedrich van Horn, cuál sería precisamente el décimo crimen, contra quién iría destinado, y quién lo cometería. Nunca había visto nada tan perfecto en toda mi experiencia, que es considerable. Sin pecar de presumido, dudo que alguien de ustedes tenga tanta experiencia como yo. Y me siento tentado a añadir que dudo de que alguien vuelva a enfrentarse con algo semejante a esto.

Ya sólo se escuchaban las respiraciones de los presentes. Fuera, se oyó la voz ira- cunda de un guardia.

- El único factor imprevisto era el tiempo. No sabía cuándo tendría lugar el décimo crimen -Ellery prosiguió con rapidez-. Como podía haber ocurrido estando yo en el coche, a sesenta kilómetros casi de Wrightsville, fui hacia el teléfono más próximo, le ordené al señor Van Horn que adoptara las precauciones oportunas, y regresé aquí a toda velocidad.

Por primera vez, miró a Diedrich van Horn, asido aún a los brazos de la butaca.

- No podía saber que la señora Van Horn había escogido para dormir, la noche pasada, el lecho de su esposo, en el dormitorio de su marido. Las manos de Howard buscaron en la oscuridad la garganta de su padre y, en cambio, le quitó la vida a la mujer que amaba. De haberse encontrado en su estado normal, y no en un trance amnésico, probablemente el tacto le había hecho comprender su error y se hubiera detenido a tiempo; en realidad, entonces, no era más que un instrumento de muerte, y una maquinaria, puesta en marcha, no puede detenerse.

Ellery hizo una pausa y agregó:

- Ésta es la historia en general. Consideremos ahora -continuó incansable-, las seis acciones de Howard, las seis acciones que abarcan los nueve crímenes menciona- dos, revelando el plan que se ocultaba tras ellos, y haciendo predecible el décimo.

Ellery Queen: seudónimo compartido por
Frederic Dannay (Estados Unidos, 1905-1982) y
Manfred Bennington Lee (Estados Unidos, 1905-1971).

No hay comentarios.:

Publicar un comentario