(Fragmento)
- Y mira ahí... -dijo Levko, volviéndose hacia Ganna-. Mira . Ahí, más allá de la casa, hay un alto acantilado. Desde allí se arrojó al agua la muchacha, que desde entonces desapareció del mundo.
- ¿Y la bruja? -preguntó con aire asustado Ganna, mirándole con ojos llenos de lágrimas.
- ¡La bruja!... Las viejas han inventado que a partir de ese tiempo todas las noches de luna salen las ahogadas al jardín del capitán de cosacos a calentarse bajo los rayos de la luna y que la hija de éste va a la cabeza de ellas. Una noche vio a su madrastra junto al estanque. Se abalanzó sobre ella y la arrastró con un grito hacia el agua, pero la bruja también aquí encontró su recurso. Se transformó debajo del agua en una de las ahogadas, y mediante este procedimiento se salvó de ser golpeada con verdes juncos por las demás. ¡Vete tú a creer a las babas!... Cuentan también que la hija del capitán de cosacos reúne todas las noches a las ahogadas y les mira una por una la cara, tratando de reconocer cuál de ellas es la madrastra, pero hasta ahora no ha podido saberlo. Y si cae en sus manos algún ser humano, lo obliga enseguida a adivinarlo. En caso contrario, amenaza con ahogarlo. ¡He aquí, mi Galiu, lo que cuenta la gente vieja!... El señor actual de esas tierras quiere construir ahí una bodega y ha enviado ex profeso a un vinicultor... Pero... Oigo hablar... Son los nuestros que han dejado ya sus cánticos. Adiós, Galiu; duerme tranquila y no pienses en esos cuentos de las babas.*
Diciendo esto, Levko la abrazó con más fuerza, la besó y se fue.
Nikolái Gógol (Ruso nacido en Ucrania, 1809-1852).
* En lengua ucraniana -lugar en el que se ubica la acción del relato y de donde era originario su autor-, baba significa partera. Y suelen ser personajes que gozan de cierta importancia, siempre presentes en la mitología, folclor y literatura que narran las costumbres y tradiciones de dicha región.