Llamas nos rodearon
bajo nuestros pasos se abrió el abismo
bajo nuestros pasos se abrió el abismo
un silencio de leche de
hielo de huesos
nos envolvía con un halo
eres la transfigurada
eres la transfigurada
mi destino te ha roto los
dientes
tu corazón es un hipo
tus uñas han hallado el
vacío
hablas como la risa
hablas como la risa
los vientos alisan tu
cabello
la angustia que el corazón
oprime
precipita tu burla
tus manos tras mi cabeza
tus manos tras mi cabeza
no agarran sino la muerte
tus besos rientes no se
abren
sino a mi pobreza de
infierno
bajo el baldaquino sórdido
bajo el baldaquino sórdido
del que penden los
murciélagos
tu maravillosa desnudez
no es más que una mentira
sin lágrimas
mi grito te llama en el desierto
mi grito te llama en el desierto
al que no quieres venir
mi grito te llama en el
desierto
en el que se cumplirán tus
sueños
tu boca sellada a mi boca
tu boca sellada a mi boca
y tu lengua en mis dientes
la inmensa muerte te
acogerá
caerá la inmensa noche
entonces habré hecho el vacío
entonces habré hecho el vacío
en tu cabeza abandonada
tu ausencia estará desnuda
como una pierna sin medias
esperando el desastre
esperando el desastre
en que se extinguirá la luz
seré yo suave en tu corazón
como el frío de la muerte.
Georges Bataille (Francia, 1897-1962).