Vancouver: luz de agosto en la bahía. (Fotografía de Jules Etienne).

martes, 16 de octubre de 2018

Otoño: LAS MUERTAS GUITARRAS, de Salvatore Quasimodo

"En verdad, es otoño: desgarradas en el viento las muertas guitarras alzan sus cuerdas..."

Mi tierra está sobre los ríos fundida con el mar,
no existe otro lugar de voz tan lenta,
donde vagan mis pies
entre juncos sobrecargados de caracoles.
En verdad, es otoño: desgarradas en el viento
las muertas guitarras alzan sus cuerdas
sobre la boca negra y una mano agita los dedos
de fuego.
 
En el espejo de la luna
se peinan muchachas con pechos de naranja.
 
¿Quién llora? ¿Quién fatiga los caballos en el aire
rojo? Nos detendremos en esta orilla
a lo largo de urdimbres de hierba y tú, amor,
no me lleves delante de ese espejo
infinito: en él se contemplan muchachos
que cantan y árboles altísimos, y aguas.
¿Quién llora? Yo no, créeme, sobre los ríos
discurren exasperados chasquidos de un látigo,
los oscuros caballos y los relámpagos de azufre.
Yo no, mi raza posee cuchillos
que arden y lunas y heridas que queman.
 
 
Salvatore Quasimodo (Italia, 1901-1968).
Obtuvo el premio Nobel en 1959.
 
(Traducido al español por Franco Mogni).

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