Vancouver: luz de agosto en la bahía. (Fotografía de Jules Etienne).

viernes, 26 de octubre de 2018

OTOÑO, de Octavio Paz

"... toca su centro y lo suspende en luz que sonríe para nadie: ¡cuánta belleza suelta!"
 
En llamas, en otoños incendiados,
arde a veces mi corazón,
puro y solo. El viento lo despierta,
toca su centro y lo suspende
en luz que sonríe para nadie:
¡cuánta belleza suelta!

Busco unas manos,
una presencia, un cuerpo,
lo que rompe los muros
y hace nacer las formas embriagadas,
un roce, un son, un giro, un ala apenas;
busco dentro de mí,
huesos, violines intocados,
vértebras delicadas y sombrías,
labios que sueñan labios,
manos que sueñan pájaros...

Y algo que no sabe y dice nunca
cae del cielo,
de ti, mi Dios y mi adversario.
 
 
Octavio Paz (México, 1914-1998). Obtuvo el premio Nobel en 1990.

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