"... las epidemias diezmadoras: los cataclismos catastróficos que convierten el terror en el fundamento de la mentalidad humana..."
(Fragmento del episodio 18: Penélope)
¿Por qué un fracaso recurrente habría de deprimirle
aún más?
Porque en el momento crucial de la existencia humana él quería corregir
muchas de las circunstancias humanas, resultado de la desigualdad y de la
avaricia y de la animosidad internacional. ¿Creía él entonces que la vida
humana era infinitamente perfectible, eliminando esas circunstancias?
Quedaban
las circunstancias genéricas impuestas por las leyes naturales, a diferencia de
las leyes humanas, como partes integrantes del conjunto humano: la necesidad de
destrucción para procurarse la sustancia alimenticia: el carácter doloroso de
las últimas funciones de la existencia personal, las agonías al nacer y al
morir: la monótona menstruación de las hembras símicas y (especialmente) de las
humanas que se prolonga desde la pubertad hasta la menopausia: los inevitables
accidentes en el mar, en las minas y en las fábricas: algunas enfermedades
particularmente dolorosas y consiguientes operaciones quirúrgicas, la locura
innata y la criminalidad congénita, las epidemias diezmadoras: los cataclismos
catastróficos que convierten el terror en el fundamento de la mentalidad humana:
los levanta- mientos sísmicos cuyos epicentros se localizan en regiones
densamente pobladas: el hecho del crecimiento vital, pasando por convulsiones
de metamorfosis, desde la infancia pasando por la madurez hasta el deterioro.
James Joyce (Irlandés fallecido en Suiza, 1882-1941).
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