Vancouver: luz de agosto en la bahía. (Fotografía de Jules Etienne).

lunes, 29 de mayo de 2023

Tampico: LA CIUDADELA y MÁS ALLÁ DE ESTE LUGAR, de A. J. CRONIN

"... y a Denny, que al fin había dejado Drineffy y viajaba a Tampico como médico de un barco petrolero."

La ciudadela

(Fragmento del capítulo XIII de la segunda parte)

Por las noches iba a ver a Boland, y dos veces visitó a los Vaughan, que lo hacían quedarse para la partida de bridge. Y en una ocasión, para gran sorpresa suya, se encontró jugando al golf con Llewellyn. Les escribió cartas a Hamson y a Denny, que al fin había dejado Drineffy y viajaba a Tampico como médico de un barco petrolero. Su correspondencia con Christine era un modelo de brillante reserva. Pero buscaba distracción especialmente en su trabajo.

(Fragmento del capítulo II de la cuarta parte)

Abrumado por sus dificultades, Andrew anhelaba la amistad de sus colegas. Había asistido a una reunión de la Asociaición Médica local sin quedar muy satisfecho. Denny estaba aún en el extranjero. Habiendo encontrado a Tampico de su gusto, Philip había aceptado un puesto de cirujano en la compañía petrolera Nuevo Siglo. Al menos por el momento, estaba perdido para Andrew. Enviado a Cumberland, Hope, entretanto, coleccionaba corpúsculos para el «Paraíso de los Locos», según le decía en una tarjeta postal de colores chillones.

Más allá de este lugar (también conocida como Un error judicial)

(Fragmento del capítulo I de la segunda parte)

Ese era el antídoto que podía aplicar para enfrentar su melancolía actual. Cuando regresó de la tienda, apenas llegó a casa y se puso el delantal para emprender, con una determinación silenciosa, la tarea de trapear y pulir el piso, lavar las cortinas de las ventanas, lustrar la rejilla, bruñir los latones, trabajó en sus dos habitaciones hasta dejarlas brillando.

Durante el fin de semana miró impotente a su alrededor: no había nada más que hacer, ni una mota de polvo que pudiera sacudir. Inquieta, bajó al dominio de la señora Hanley y comenzó los preparativos para hornear un pastel. Después, se sentó en la sala de su casera, escuchando la carta más reciente de Joe, el marido de la señora Hanley, que había zarpado de Tampico y debía atracar en Tilbury el lunes siguiente. Pero, tristemente, su atención se desvió de las noticias del ingeniero.

Archibald Joseph Cronin (Escocés fallecido en Suiza, 1896-1981).

(La ciudadela fue traducida al español por Enrique Pepe).
(Más allá de este lugar es una traducción del inglés de Jules Etienne).

No hay comentarios.:

Publicar un comentario