el cuadro de la dicha…
La rosa del ocaso
ha perdido su vida
al caer en el fondo
verde, de tus pupilas…
Crepúsculo,
Crepúsculo,
entre beso y sonrisa ¡tu boca!...
Y en ella, el alma fugitiva,
tiemble un momento,
herida.
Pone la noche
Pone la noche
nuestra carne sonora de caricias…
nuestra carne que sabe
la música infinita
del último silencio
que la pone marchita.
Llueven estrellas
Llueven estrellas
en el espejo de la fuente limpia…
y sobre el césped luminoso,
hay desperezos de la brisa.
¡Quién deshojará mis canciones
¡Quién deshojará mis canciones
enrojecidas
sobre las rosas blancas!
Posa tu mano amiga
Posa tu mano amiga
en mi deseo muerto
por ver si resucita.
Eliodoro Puche (España, 1885-1964).
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