Vancouver: atardecer de verano en la bahía. (Fotografía de Jules Etienne)

sábado, 29 de junio de 2024

Mirándolas dormir: EL RATÓN Y LA MUJER, de Dylan Thomas

"Durmieron abrazados la primera noche, unidos en la oscuridad..."

(
Fragmento)

7

Durmieron abrazados la primera noche, unidos en la oscuridad. Las sombras, despojadas de su antigua deformidad, se habían perfilado y recortado gracias a la presencia de la mujer. Y las estrellas los contemplaban y refulgían en sus ojos.

Mañana tendrás que contarme lo que sueñes, dijo él.

Será lo que he soñado siempre, dijo ella. Paseo por la hierba, voy y vengo por el mismo prado, hasta que me sangran los pies. Son siete imágenes de mí misma yendo y viniendo por el mismo lugar.

Ese es mi sueño. El siete es un número mágico.

¿Mágico?, dijo ella.

Una mujer modela un hombre de cera y le clava un alfiler en el pecho, y el hombre muere. Existe un pequeño demonio que nos dice lo que ha de hacerse. Muere una mujer y se la ve pasear. Una mujer se convierte en un monte.

Ella descansó la cabeza en el hombro del loco y se durmió.

Él la besó en la boca y le acarició el cabello.

Ella dormía, pero él no podía conciliar el sueño. Miraba las estrellas en atenta vigilia. Ahogado en terrores, las aguas hambrientas se cernían sobre su cráneo. Yo, yo tengo dentro un demonio, dijo.

Ella se revolvió al percibir las palabras, pero de nuevo quedó su cabeza inmóvil y yaciente su cuerpo en el lecho frío.

Tengo dentro un demonio, pero yo no le digo lo que ha de hacer. El demonio me levanta la mano y yo escribo, y de las palabras brota la vida. Ella es, por lo tanto, la mujer del demonio.

Ella emitió una queja de satisfacción y se acurrucó junto a él. El cálido aliento de la mujer recorría su cuello, y el pie de ella reposaba en el suyo como un ratón. Observó la belleza de su sueño. Aquella belleza no podía haber nacido del mal. Dios, a quien había buscado en su soledad, había hecho a esta mujer para ser su compañera, de igual forma que había dado antes a Adán aquella costilla de su cuerpo llamada Eva.

Volvió a besarla y la vio sonreír en el sueño.

Dios a mi lado, se dijo.

Dylan Thomas (Galés fallecido en Estados Unidos, 1914-1953).

(Traducido al español por Miguel Martínez-Lage).

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