Vancouver: luz de agosto en la bahía. (Fotografía de Jules Etienne).

jueves, 10 de noviembre de 2022

Noviembre: EL ARPA Y LA SOMBRA, de Alejo Carpentier

"Con el creciente frío, aparecieron dos ballenas al paso del paralelo de Valdivia. El 10 de noviembre..."

(Fragmento del capítulo I: El arpa)

Se afirmó, en letras de molde, que el mantenimiento de su inoperante misión venía a costar 50,000 pesos al erario público. Se les calificó de espías de la Santa Alianza. Y, para colmo, se anunció, ya en firme, la secularización inminente del clero chileno, con la cual se nacionalizaría la iglesia de aquí, eximiéndosela de toda obediencia a Roma. Ante tales realidades, Muzi hizo saber al gobierno que regresaría inmediatamente a Italia, considerando que su confianza y buena voluntad habían sido defraudadas. Y, al cabo de nueve meses y medio de una vana actividad, el prelado, su joven auditor y Don Salustio, tomaron el camino de Valparaíso, que era entonces un destartalado villorrio de pescadores, situado en el regazo de un circo de montañas donde tanto se hablaba el inglés como el español, por haber allí prósperos almacenes británicos que comerciaban con las naves fondeadas tras de largas y difíciles navegaciones por el Pacífico meridional, y, sobre todo, con los esbeltos y veloces clippers norteamerica- nos, cada vez más numerosos y que, para pasmo de las gentes, ostentaban ya arboladuras de cuatro palos. Mastaï, algo afligido por el fracaso de la misión, conoció los estremecimientos telúricos de dos terremotos que, sin causarle daños, le hicieron padecer la indecible angustia de sentir perdida su estabilidad -como atolondrado el equilibrio de su cuerpo- admirándose ante la ecuanimidad de unos músicos ciegos que, durante los breves seísmos, no dejaron de tocar alegres danzas -más atentos a sus limosnas que a furias volcánicas- y en una fonda portuaria fue invitado a apreciar los gloriosos sabores del piure, el loco, el cocha-yuyo y el monumental centollo de la Tierra de Fuego. Y, por fin, se hicieron a la mar los eclesiásticos, a bordo del “Colom- bia”, velero de buena andana y sólido casco, acostumbrado a afrontar las furias oceánicas de la siempre ardua circunnavegación del cono sur de América. Con el creciente frío, aparecieron dos ballenas al paso del paralelo de Valdivia. El 10 de noviembre, se estaba en la latitud de la isla de Chiloé. Y, el 17, se prepararon los navegantes a arrostrar la temible prueba de pasar el Cabo de Hornos.

Alejo Carpentier
(Cubano nacido en Suiza y fallecido en Francia, 1904-1980).

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