Precisamente el domingo caía en primero de noviembre, día de todos los santos, e iban a dar las nueve cuando el padre Godard, cura de Bazoches-le-Doyen, encargado de la antigua parroquia de Rognes, apareció en lo alto de la pendiente que iba a parar al puentecillo del Aigre. Rognes, más importante en otro tiempo, reducida a una población de escasos trescientos habitantes, no tenía cura desde hacía muchos años y parecía no importarle gran cosa el estar sin él, tanto que el municipio había dado casa al guarda de campo en la antigua casa del párroco, medio derruida.
Émile Zola (Francia, 1840-1902).
(Traducido al español por León Ballcag).
La ilustración corresponde a la iglesia de Rognes, en Francia.
La ilustración corresponde a la iglesia de Rognes, en Francia.
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