Vancouver: luz de agosto en la bahía. (Fotografía de Jules Etienne).

domingo, 9 de julio de 2017

Carnaval: PEDIGRÍ, de Georges Simenon

"... recuerda haber visto toda una estantería llena de máscaras, de narices de cartón y de carracas."

 (Fragmento del capítulo 2)

Recuerda que antes, al pasar ante la tienda de Kreutz, el comerciante de muñecas, al lado de su casa -su casa, como dice siempre, es la casa de sus padres-, recuerda haber visto toda una estantería llena de máscaras, de narices de cartón y de carracas.
 
- Es el primer domingo de carnaval -anuncia.
 
Élise no comprende por qué habla de eso, pues el primer domingo es el carnaval de los niños. Pero es que Désiré recuerda los carnavales de cuando él era pequeño.
 
- ¿Están lo bastante azucaradas las zanahorias?
 
- Están muy buenas. ¿Las has preparado tú, Valérie?
 
- ¡Pobre Valérie, si supieras todo lo que hace! ¡Me pregunto lo que habríamos hecho sin ella!
 
- Pero la tenemos aquí. ¿Y no es así? Puesto que Valérie está aquí, ¿por qué torturarse? Désiré no comprende.
 
- Ha venido Félicie.
 
- ¿Iba achispada?
 
Una palabra que le sirve para indicar que no del todo bebida…, pero tampoco en ayunas.
 
- ¡Désiré!
 
Y le indica a Valérie.
 
- ¿Y qué? ¿Acaso Valérie no sabe que tu hermana…? ¿Un poco más de carne, Valérie? Que sí, mujer; hay que recuperar fuerzas.
 
Hasta las tres, las calles permanecen vacías, o casi, y después se ven algunas familias con ropas oscuras y que, sin convicción, llevan con ellas niños disfrazados. Un torero minúsculo tiembla bajo un abrigo de paño y hace girar una carraca, mientras tiran de su mano.
 

Georges Simenon (Bélgica, 1903-1989)

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