- A lo mejor es la
única que hay en toda Galicia, acaba de traérmela el mayor de los Venceás de
Portugal, guárdala bien.
Fue un error encargar
el ajuste de cuentas al cuerpo jurídico, lo hubiera hecho mejor la infantería,
más rápido y clemente, alguna pifia no importa, en la Eneida se lee que los
dioses también marran el abrazo, tampoco algún desmán hubiera importado, lo
grave no es la confusa violencia del valeroso putero y bebedor que se sabe
jugar la vida con elegancia y con desprecio sino la del cobarde administrativo,
cobarde escalafonario, que sólo sabe ganarla con cautelosa avaricia, es un tipo
repugnante y baboso, lo malo es la fría y mantenida violencia de la mediocridad
empapelando el lozano chorro de la vida, esto no es la justicia y sí la careta
del carnaval de los mudos, es peor la polilla de la covachuela que la bestia
del monte, es más ruin y vengativa, entonces el hombre se desorienta, se desquicia
y cae, no se aburre y huye y se mata, no, sino que se asusta y se encoge y
languidece, se está haciendo lo más amargo y torpe, se está dando pábulo a la
necedad y al reglamento, no tienes más que leer el periódico para enterarte,
esto no es justo ni gallardo, la justicia es aún un sueño muy poco maduro y la
gallardía se quedó en triste flor ajada por el balduque: a las seis de la mañana del día de ayer, en
cumplimiento de las setenta y tres sentencias de muerte dictadas por el consejo
de guerra celebrado el jueves, etc.
Camilo José Cela (España, 1916-2002). Obtuvo el premio Nobel en 1989.
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