Documento LXVI
Al serenísimo e invitísimo Carlos Emanuel, duque de Saboya, etc.
- Serenísimo señor: Es tan grande el odio de la nación española contra vuestra alteza y contra la república de Venecia, que adonde no puede llegar (como quisiera) á ofender con las armas, procura de acometer con la pluma y con la lengua. De aquí provino aquella falsa relación de lo sucedido en la guerra de Asti el año de 1615. De aquí nació aquella descomedida carta del duque de Osuna escrita al Sumo Pontífice. De aquí salió á luz la Relación, con título de verdadera, llena de mil mentiras, sobre el negocio de los uscoques. Y de aquí ha tenido su origen este Aviso de Parnaso, que tira, como á su blanco, á herir derechamente á la reputación de la República y juntamente á la de vuestra alteza. Este modo de pelear con palabras paréceme á decir verdad cosa mujeril, indigna de hombres que se precian de guerreros, y señal muy cierta de vanidad y flaqueza. Pero lo que es flaqueza en el agresor, en el defensor es virtud; que si aquél procura ofender con la lengua, porque no puede más con las armas, éste responde con la pluma, así bien como lo hizo con la espada, porque conozca el mundo que de cualquier manera puede y sabe defender su honra. Por esto me he determinado de hacer algunas anotaciones, que servirán de res- puesta á este Aviso de Parnaso, por donde se echará de ver la malicia de quien lo compuso, la falsedad de lo que contiene, y la verdad de las cosas, como es razón que se entienda. Las envío á vuestra alteza, porque á nadie pueden ser mejor dirigidas que á aquel príncipe que con el propio valor ha defendido su libertad, y la reputación de toda Italia; que es el mayor amigo que hoy día tenga la República de Venecia; que conoce hasta en las entrañas la nación española; que tiene particular noticia de las historias del mundo, y á quien yo debo, como humilde y muy obligado vasallo, cuanto yo tengo, cuanto yo valgo, y cuanto yo soy. Reciba vuestra alteza esta pequeña demostración del grande obsequio de mi ánimo, con el cual suplico á Dios, nuestro Señor, guarde la persona de vuestra alteza los años de mi deseo, como sus estados y toda Italia ha menester.
Francisco de Quevedo (España, 1580-1645).
La ilustraciones corresponden a un detalle de la recreación de Jordi Bru de la batalla de Asti en la guerra del Monferrato y a la portada original del opúsculo Aviso de Parnaso.
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