Vancouver: luz de agosto en la bahía. (Fotografía de Jules Etienne).

sábado, 5 de junio de 2021

Venecia: RIMAS, de Verónica Franco

"... sobre las aguas que el mar sereno de ellas se aleja para contemplar su belleza..."
 
"Lejos del amante sufre, llora y suspira por Venecia,
donde apenas haya vuelto le dará a él
que la espera, en amorosa lucha,
dulce satisfacción por las penas pasadas."
Verónica Franco
 
 
Desde que el destino me obligó a abandonarte, ¡Oh, Venecia!
En mi memoria regreso a ti constantemente,
oh amigable y leal refugio patrio.
 
Ninguna dulzura puede aliviar mi amargura
por el dolor que me causó dejarte atrás,
oh tierra nativa tan amada.
 
Abandoné a Venecia, patria sin par,
abandoné las doradas mansiones y tallas de mármol,
tan altas sobre las aguas que el mar sereno
de ellas se aleja para contemplar su belleza;
que las olas, aliviando su furia
fluyen hasta aquí para bañar la sagrada ciudad,
reina del mar, engastada en el mar.
Y el agua humildemente retrocede a sus pies,
y tomando los variados y sinuosos canales
va encontrando su ruta por incontables caminos.
 
Todo el mundo viene a admirarla
como el más singular milagro de Natura,
más bella mientras más se mira,
y aunque está desnuda de muralla exterior,
es menos accesible que una fortaleza,
muros o troneras, fuerte y segura.
Todo lo que contiene el universo
de uso y necesidad para la vida humana
es traído aquí desde el universo entero
a rendirle lo que ella merece,
abunda en territorios bien ordenados
para producir todo lo que en ella no fructifica
y así la rodea una eterna abundancia,
sus arenosas playas son las más fértiles tierras
sobre toda la Tierra.
 
Los altos adornos y el inmortal esplendor
de mi famosa y magnífica patria
me hacen odiar estos bosques y estas landas.
 
Oh, amado refugio, la pena me embarga.
 
 
Verónica Franco (Italiana nacida y muerta en Venecia, 1546-1591).

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