"Y más tarde un Ángel, entreabriendo las puertas, acudirá para reanimar, fiel y jubiloso, los espejos empañados..."
Tendremos lechos llenos de olores tenues,
Tendremos lechos llenos de olores tenues,
Divanes profundos como tumbas,
Y extrañas flores sobre vasares,
Abiertas para nosotros bajo cielos más hermosos.
Abiertas para nosotros bajo cielos más hermosos.
Aprovechando a porfía sus calores postreros,
Nuestros dos corazones serán dos grandes antorchas,
Que reflejarán sus dobles destellos
En nuestros dos espíritus, estos espejos gemelos.
En nuestros dos espíritus, estos espejos gemelos.
Una tarde hecha de rosa y de azul rústico,
Cambiaremos nosotros un destello único,
Cual un largo sollozo preñado de adioses;
Cual un largo sollozo preñado de adioses;
Y más tarde un Ángel, entreabriendo las puertas,
Acudirá para reanimar, fiel y jubiloso,
Los espejos empañados y las antorchas muertas.
Charles Baudelaire (Francia, 1821-1867)
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