Canto XXIX
(Fragmento)
(Fragmento)
Yo no creo que ver mayor tristeza
en Egina* pudiera el pueblo enfermo,
cuando se llenó el aire de ponzoña,
pues, hasta el gusanillo, perecieron
pues, hasta el gusanillo, perecieron
los animales; y la antigua gente,
según que los poetas aseguran,
se engendró de la estirpe de la hormiga;
se engendró de la estirpe de la hormiga;
como era viendo por el valle oscuro
languidecer las almas a montones.
Cuál sobre el vientre y cuál sobre la espalda,
Cuál sobre el vientre y cuál sobre la espalda,
yacía uno del otro, y como a gatas,
por el triste sendero caminaban.
Muy lentamente, sin hablar, marchábamos,
Muy lentamente, sin hablar, marchábamos,
mirando y escuchando a los enfermos,
que levantar sus cuerpos no podían.
Dante Alighieri (Italia, 1265-1321).
* Lo refiere Ovidio en su Metamorfosis: La diosa Juno, celosa de la hija de Eaco, rey de Egina, decidió castigar la isla con una epidemia de peste que flageló a todos sus habitantes, y sólo el rey logró sobrevivir. Entonces éste le suplicó a Júpiter que repoblara su reino convirtiendo en hombres a las hormigas, a lo que el dios accedió.
La ilustración corresponde al Canto XXIX de la Divina Comedia por Gustave Doré.
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