Vancouver: luz de agosto en la bahía. (Fotografía de Jules Etienne).

jueves, 7 de octubre de 2010

García Márquez y Vargas Llosa


Ahora los dos son premio Nobel de literatura. Antes fueron amigos muy cercanos. Se conocieron en Venezuela en 1967, con motivo de que Vargas Llosa recibía el premio de novela Rómulo Gallegos. El afecto llegó al grado de que García Márquez fue padrino del segundo hijo del peruano. Hasta 1976.

Sucedió en la ciudad de México. Con motivo de la exhibición privada de la película Supervivientes de los Andes -sobre el célebre caso de canibalismo entre los pasajeros de un avión que se estrelló en dicha cordillera-, cuando García Márquez extendió los brazos para saludar a su amigo con un abrazo, fue recibido con un contundente derechazo (imposible que Vargas Llosa lo intentara con la izquierda), que lo derribó al suelo. Y si bien durante todos estos años ninguno de los dos ha querido entrar en detalles del motivo, los presentes aseguran que Vargas Llosa exclamó: ¿Cómo te atreves a querer abrazarme después de lo que le hiciste a Patricia en Barcelona?. Patricia es el nombre de su esposa. Fuera de eso, nunca se ha sabido con certeza lo que provocó una reacción tan airada que puso fin a la amistad entre ambos. Mercedes, la mujer de García Márquez, dejo entrever alguna vez al tocarse el tema, "es que Mario es un celoso estúpido."

Se especula que Vargas Llosa, que empezaba a compartir el éxito del entonces denominado boom de la literatura hispanoamericana, se había entusiasmado con una modelo estadounidense, al grado de que había dejado a su familia en Barcelona. García Márquez, quien también radicó en una época en esa ciudad, habría tratado de consolar a Patricia, su comadre, aconsejándole que pidiera el divorcio por abandono de hogar. La versión, sin embargo, nunca se ha confirmado ya que Vargas Llosa ha respondido, cuando se le inquiere sobre el asunto, que será trabajo de los biógrafos averiguarlo: "que ellos descubran, que digan qué pasó."

Pero tampoco los biógrafos han podido establecerlo. Recientemente, a finales de 2008, la editorial Espasa-Calpe publicó la obra De Gabo a Mario, escrita por Ana Gallego y Ángel Esteban, ambos filólogos y expertos en literatura hispanoamericana: "Nos interesaba bucear en esa amistad legendaria, que no surge con facilidad en el mundo de las letras, y en el hecho de sólo durase una serie de años para cortarse bruscamente."

Con motivo de la noticia del premio para Vargas Llosa, apareció en twitter un texto a nombre de Gabo que decía "cuentas iguales", pero Jaime Abello, director de la Fundación Nuevo Periodismo Latinoamericano, se apresuró a desmentirlo, ya que asegura que García Márquez -como cualquier escritor inteligente que se respete-: "No tiene cuenta en twitter. Esos mensajes son apócrifos."

Habrá que esperar un poco para ver si, en efecto, el colombiano felicita a su viejo amigo con este nuevo motivo.

(La ilustración corresponde a la fotografía que Rodrigo Moya le tomó a
García Márquez el 14 de febrero de 1976, dos días después del incidente
con Vargas Llosa, y que el New York Times reproduce en su sitio:

2 comentarios:

  1. Excelente artículo, maestro, con el cual ayudas a desentrañar esa anécdota que, acaso por críptica, no ha hecho sino crecer en el imaginario de la fauna literaria.

    La generosa acuciosidad de tu relato hace obligatoria una pregunta: ¿no estuviste allí? ¿Fuiste tú o Elenita Poniatowska quien compró el filete para desinflamarle el ojo a Gabo?

    Felicidades y saludos desde tu entrañable Tamaulipas.

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  2. Muchas gracias, Carlos, por tu comentario. En realidad sólo tomé informes de distintas fuentes, entre ellas "De cuando Vargas Llosa noqueó a Gabo y otras 299 anécdotas literarias", de Luis Fernández Zaurín, en donde se asegura que Francisco Higartua auxilió a García Márquez: "Yo estaba presente. Fue terrible. Cuando nos dimos cuenta, Gabriel estaba sentado y Mario se había ido. Fui yo quien trajo el bistec para bajarle la hinchazón al ojo del Gabo."
    En cuanto a Patricia, la mujer de Vargas Llosa, es su segunda esposa, puesto que la primera fue su tía Julia Urquidi, doce años mayor que él y con quien se casó cuando tenía apenas diecinueve años. Ella inspiraría más tarde "La tía Julia y el escribidor", que fue respondida puntualmente por la aludida en "Lo que Varguitas no dijo". Actualmente sigue casado con Patricia Llosa, su prima hermana, por lo tanto también sobrina de la tía Julia (de hecho Ofelia, la suegra de Vargas Llosa, es hermana de Julia, su ex esposa). Los tres hijos de Vargas Llosa se apellidan igual que él por derecho propio y no porque se trate de un apellido compuesto, puesto que son Vargas por parte del padre y Llosa por el de su madre.
    De nuevo gracias por tu entusiasmo y espero que encuentres Tamaulipas en mejor estado del que me comentan mis viejos amigos de la infancia y adolescencia.

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