Elfriede Jelinek y J. M. G. Le Clézio recibieron el premio Nobel de literatura en 2004 y 2008, respectivamente, y ambos refieren a los reyes magos en dos de sus novelas.
La autora austriaca en lengua alemana, la hace en su obra más difundida: La pianista (Die Klavierspielerin), también conocida como La maestra de piano. En el extenso segundo capítulo, que además es el último, para una cita de la protagonista con el personaje de nombre Walter Klemmer, ella "Quiere deslumbrar al hombre en la medida de sus posibilidades" y con ese fin adquiere la indumentaria para el caso: "La madre regaña a Erika porque además del traje se ha comprado un nuevo sombrero de vaquero con una cinta y un pequeño lazo de la misma tela que el sombrero, mediante el cual se lo amarra por debajo del mentón, para que no le vuele con el viento". Durante el encuentro, tratando de impresionar al hombre, "lo único que consigue es despertar sus inclinaciones más bajas". El párrafo que menciona a los reyes magos es el siguiente:
"Erika hace amagos de partir, ya en una, ya en otra dirección. De este modo pone en evidencia su indecisión. Klemmer se percata de ello y se siente orgulloso de ser la causa de su turbación. Le echará una mano para que pueda parir decisiones. Cuidadosamente le quita el sombrero de vaquero a su presa. Qué malagradecido con este sombrero que sobresalía por encima del tumulto como un noble indicador del camino, la estrella matutina de los tres Reyes Magos, un sombrero que nadie deja pasar sin rendirle el correspondiente tributo de burla. Uno ve este sombrero y se siente contrariado, aun cuando no siempre se culpe al sombrero por la contrariedad."
Jean-Marie Gustave Le Clézio, de nombre kilométrico y prosa exquisita, francés con vocación de trotamundos -lo que le llevó a radicar muchos años en México, a donde llegó por primera vez en 1967 y más tarde, según afirma Yvonne Cansigno en su Semblanza de J.M.G. Le Clézio en México: "se instala en 1975 durante doce años" en "su vieja casona construida en un valle purépecha" de Jacama, en el estado de Michoacán-. Al igual que Jelinek, es en uno de sus trabajos más notables, El buscador de oro (Le chercheur d'or), donde aparece una referencia astronómica a los reyes magos.
"- Miren, allí... ¿No es Betelgeuze, en lo más alto de Orión? ¡Y los tres Reyes Magos! Miren al norte, verán la Osa ¿Cómo se llama la pequeña estrella que está en la punta del Carro, en la lanza?
Miro con todas mis fuerzas. No estoy seguro de verla."
Y tres páginas más adelante:
"Pienso entonces en todos esos nombres, me parece que el cielo nocturno se abre y estoy a bordo de un navío de hinchadas velas, en el mar infinito, bogando hasta las Molucas, hasta la bahía del Astrolabio, hasta Fidji, Moorea. En el puente de este navío, antes de dormirme, veo el cielo como jamás lo he visto nunca, tan grande, azul oscuro sobre el mar fosforescente. Paso con lentitud al otro lado del horizonte y bogo hacia los Reyes Magos, hacia la Cruz del Sur."
Apenas un par de breves alusiones que he decidido incluir en esta recopilación por respeto al prestigio de dos autores merecedores del premio Nobel. Ni más ni menos.
Jules Etienne
Elfriede Jelinek (Austria, 1946). Obtuvo el premio Nobel en 2004.
Jean-Marie Gustave Le Clézio (Francés con ciudadanía mauritana, 1940).
Obtuvo el premio Nobel en 2008.
La ilustración corresponde a las estrellas Alnitak, Alnilam y Mintaka,
conocidas como los tres Reyes Magos, en la constelación de Orión.
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