Vancouver: luz de agosto en la bahía. (Fotografía de Jules Etienne).

lunes, 25 de junio de 2018

Noche de San Juan: CENIZAS, de Grazia Deledda

"... era alta y hermosa, con grandes ojos felinos de color azul verdoso un poco oblicuos..."

(Párrafo inicial)

Era la noche de San Juan. Oli salió de la casa blanca del cuidador de las vías, en el borde de la carretera que conduce de Nuoro a Mamojada, y se dirigió al campo. Tenía quince años, era alta y hermosa, con grandes ojos felinos de color azul verdoso un poco oblicuos, y con una boca sensual cuyo labio inferior, dividido por la mitad, semejaba un par de cerezas. Bajo su tocado, que ataba en la prominente barbilla, asomaban tras sus orejas los mechones de una abundante cabellera negra y brillante. El peinado y su vestido tradicional, con la falda roja brocada y un corset que resaltaba su figura, le conferían cierta gracia oriental a la joven. En sus dedos llevaba anudados los listones con los que sujetaría las tradicionales flores de San Juan, es decir, el barbasco, el tomillo y los asfódelos, que debería recoger al amanecer para hacer con ellos medicinas de hierba y amuletos.
 
 
Grazia Deledda (Italia, 1871-1936). Obtuvo el premio Nobel en 1926.

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