Chinchibirín: Cuác, dices que en el Palacio del Sol todo es mentira, dices que la vida es una
ilusión de los sentidos, dices que nada existe fuera de Cuculcán que pasa de la
mañana a la tarde, de la tarde a la noche, de la noche a la mañana! ...
Guacamayo:
¡Acucuác, cuác, cuarác!
Blanco aporreador de tambores (Sumerge en el ruido de sus tambores, la voz del
Guacamayo): ¡Escucha, primero, lo que se habla, Saliva!
Abuela de los remiendos: ¡Y tú, calla tus tempestades de cuero porque pueden despertar
los chupamieles!
Guacamayo:
Abuela sublime, ¿qué remedio tienes para el dolor de dientes? ¡Me duelen cuando
hay eclipse y cuando veo comer caña!
Abuela de los remiendos: ¡No puede haber eclipse más que en tu saliva, porque la luna
se despedazó en tu boca, por eso te llamas Saliva de Espejo, y si hacen merced
de creerlo, un guerrero no morirá, caerá aparentemente muerto bajo la tiniebla
del sueño, y de su pecho volverá a salir el espejo amarillo del cielo, el comal
redondo en que se cocían al fuego lento de las estrellas, las tortillas de los
dioses : amarillas y blancas tortillas hechas de maíz amarillo y blanco, los
días, y negras tortillas hechas de maíz negro, las noches. (Blanco
Aporreador de Tambores, atento al discurso de la Abuela, toca el tambor,
mientras ella toma aliento recapacita y sigue.) ¡La Luna, por consejo de
Saliva Pluma Amarilla, Pluma Roja, Pluma Verde, Pluma Morada, Pluma Azul! ...
Chinchibirín:
¡El Arcoiris!
Guacamayo:
¡Yo pedí remedio contra el dolor de dientes, y ve con lo que sales, Abuela
meñique!
Miguel Ángel Asturias (Guatemala, 1899-1974), Obtuvo el premio Nobel en 1967.