domingo, 14 de julio de 2024

Mirándolas dormir: VIGILIA DEL ALMIRANTE, de Augusto Roa Bastos

"Abigail dormida bajo las sábanas, nada perdía de sus hechiceros encantos. Su cuerpo recubierto había recuperado toda su hermosura."

(
Fragmento de la parte XIV)

La propia desnudez de su piel era vida y deseo. En alguna parte ese cuerpo mantenía toda su belleza. Igual pero a la inversa de lo que sucede con un cuerpo desnudo que uno encubre con las sábanas arrugadas y húmedas después de haber dormido a su lado. Y así, el amante despierto encuentra ese cuerpo encubierto aún más bello y excitante en sus adivinadas reconditeces. Abigail dormida bajo las sábanas, nada perdía de sus hechiceros encantos. Su cuerpo recubierto había recuperado toda su hermosura. El presentimiento de la belleza siempre es superior a la hermosura real. Es la belleza absoluta. Esa piel volvería a florecer. Habría que desollarla de nuevo. A cada tentación. No es fácil. La corteza madura por los años de desprende con naturalidad por sí misma de su vieja piel.

Augusto Roa Bastos (Paraguay, 1917-2005).

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