"Susan dormía como no lo había hecho desde niña, pero la voz de su marido la arrancó del profundo sueño..."
(Fragmento del capítulo III)
- ¡Susan, Susan!
El día se iniciaba con la voz de Blake. Susan dormía como no lo había hecho desde niña, pero la voz de su marido la arrancó del profundo sueño en que se hallaba sumida.
- ¡Estás tan bella cuando duermes que necesito despertarte para decírtelo! -dijo Blake. La joven abrió los ojos y el camarote se llenó del fresco aire del mar, de la luz del sol y del sonido de la voz de su marido, sintiéndose una mujer bella bajo la acariciadora mirada de Blake. Sí, ella era una mujer hermosa. Nada más, pero bastaba-. Susan, ¿te acuerdas de anoche? -continuó Blake-. Al despertarte, cada mañana tus ojos miran como si no recordases nada.
Susan hizo tímidos y rápidos gestos de afirmación. Se acordaba de todo. Bajo las completas y profundas caricias que Blake había prodigado a su cuerpo, Susan se sintió a sí misma como si ella fuese mármol y él la estuviera esculpiendo, como si ella fuese barro y él estuviera dándole forma. Las manos de Blake, al tocarla, la definían. Ella no se había sentido a sí misma antes.
Pearl Sydenstricker Buck: Sai Zhenzhu
(Estados Unidos, 1892-1973). Obtuvo el premio Nobel en 1938.
(Traducido al español por Enrique de Juan).
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