lunes, 9 de agosto de 2010

Páginas ajenas: EL GATO Y EL RATÓN, de Günter Grass

(Fragmento)

Poco después de iniciada la guerra, al cumplir catorce años, Joaquín Mahlenko todavía no sabía nadar ni montar en bicicleta, no llamaba la atención ni mostraba aquella nuez en su garganta que más adelante habría de llamar la atención del gato.
 
Se le había dispensado de tomar las clases de gimnasia y natación ya que según los certificados médicos, su salud era más bien frágil.
 
Antes de que pudiera andar en bicicleta, sobre la que resultaba una figura un tanto cómica, con sus orejas de soplillo y las rodillas separadas durante el pedaleo, Mahlke se inscribió en un curso en la piscina cubierta de Niederstadt ,durante el invierno, para aprender a nadar, pero sólo fue admitido para la natación fuera del agua, con los niños de ocho a diez años.
 
No alcanzó a mostrar un gran progreso en el siguiente verano. El salvavidas en la playa de Brösen, quien tenía la complexión típica de su oficio con las piernas lampiñas, largas y delgadas, tuvo primero que practicar con Mahlke en la arena para luego mantenerlo a flote auxiliado por un sedal.

Sin embargo, al vernos una tarde tras otra echarnos al agua para volver platicando maravillas sobre el dragaminas hundido, se sintió motivado y dedicó su mejor empeño. Antes de que hubieran transcurrido un par de semanas, había logrado prescindir por completo de la ayuda del salvavidas.
 
Decidido y tomándoselo en serio, era capaz de nadar hasta el muelle y el gran trampolín de ida y vuelta. Conforme fue adquiriendo mayor resistencia comenzó a bucear desde el rompeolas sacando a la superficie conchas del Báltico y, más tarde, una botella de cerveza llena de arena que luego arrojaba a la distancia para volver a sacarla.
 
 
Günter Grass (Alemania, 1927). Recibió el premio Nobel en 1999.
 
(Traducido al español por Federico Gray) 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario