"Estaba profundamente dormida, recostada de lado (...) Bella no usaba ninguna prenda que la cubriera."
En la
oscuridad del sueño alcoholizado, navegó a la deriva a través de un canal
revestido de vidrio que tenía las etiquetas de las botellas de whisky en sus
paredes. Las etiquetas eran de diversos colores y éstos parecían demasiados flotando
ante sus ojos. Se dijo a sí mismo que debería dejar de mirar esas etiquetas,
porque le provoca- rían dolor de cabeza. Pero después el cristal se convirtió
en madera y ya no había ningún canal, sólo un callejón oscuro en el que la luz
de la luna mostraba las esquinas de las chozas de madera, Siguió el sendero de
la luz de luna que fluía sobre el pavi- mento lleno de baches y entonces vio las
manchas de sangre seca.
- ¡Maldita
sea! -dijo, al despertar.
Podía
sentir una almohada bajo su cabeza y escuchó que alguien respiraba a su lado. Antes
de mirar para cerciorarse quién era, se sentó, gimiendo y sosteniendo su cabeza
a la vez que deseaba tener una bolsa de hielo. Parpadeó con fuerza varias
veces, y de repente sus ojos se abrieron por completo cuando se dio cuenta de
que era la habitación de Bella.
Giró su
cabeza con parsimonia. Descubrió a Bella. Estaba profundamente dormida,
recostada de lado. Hacía mucho calor creando una sensación pegajosa en la
habita- ción. Bella no usaba ninguna prenda que la cubriera.
La
ventana mostraba el oscuro rosa grisáceo de la madrugada. En el tocador, las
manecillas del despertador señalaban las cuatro y cuarentaicinco. Comprendió que
tenía que levantarse de la cama para regresar a su habitación. Se miró a sí mismo
para percatarse de que sólo llevaba puestos los calzoncillos. Al observar el
suelo buscando su ropa, vio la camisa, la chaqueta y su pantalón colgando en
desorden sobre una silla, con el vestido de Bella encima del montón.
David Goodis
(Estados Unidos, 1917-1967).
(Traducido del inglés por Jules Etienne).
* He respetado el título con el que se conoce a la novela en España, aunque en Hispanoamérica "arroyo" suele tener otra connotación que no está asociada con las calles. Su uso, por lo general, se refiera a un riachuelo, de tal manera que una traducción apegada a esa costumbre podría ser: La luna en el desagüe, o en la alcantarilla.
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