Divagaciones para Julio
(Fragmento)
Ya lo sabemos, algunos cronopios no se mueren.
Cortázar aquí anda. Más aún en los meses que van y vienen con la lluvia
trayendo su nombre.
Cuando yo era niña, en todo el centro de México había
colegio en julio y vacaciones en diciembre. Sé que iba contra la costumbre
internacional y que provocaba toda clase de complicaciones a la hora de cambiar
de país o de estado, pero era mucho mejor tener vacaciones en el hermoso
invierno nuestro, que en el julio de lluvias que se disfruta bien tras la
ventana, viendo mojarse al mundo mientras uno le da vueltas a de qué está hecho
y cómo funciona o se descompone.
Julio es un mes hermoso para pensar, para escribir,
para tener nostalgia y contar historias. No sé por qué me voy de vacaciones
cuando tengo cuatrapeada en el alma una novela que ahora empezaba a buscar
rumbo. Pero uno es así, cuando ve cerca el fuego se echa a correr. Cuando el
aire trae lluvia se echa a correr, cuando los hijos quieren aire corre tras
ellos. Iré de viaje. Con Cortázar en el mes como una luz.
Ángeles Mastretta (México, 1949).
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