"¡Si la vieras!... No conserva nada de aquella espléndida belleza, a la cual te rendiste a los pocos días."
(Fragmento)
- Era allá en nuestra
tierra, hace treinta años, cuando no cumplía yo los veinte, ¡qué digo! cuando
aún no tenía los dieciocho. ¡Felices años! ¡Felices días aquellos! ¡Cómo
aleteaba entonces en mi alma la mariposa azul de las esperanzas juveniles, de
que hablas en uno de tus libros! Tú andabas a la sazón prendado de cierta amiga
mía, linda doncella de esbelto talle, de rubia cabellera y de ojos lánguidos,
húmedos como una violeta en cuya corola tiembla vacilante y límpida una gota de
rocío. ¿Te acuerdas de ella? Esa mujer decidió tu vida, despertó en ti sueños
de gloria, y te hizo retraído y melancólico y… a propósito de Matilde, debo decirte
que la vi el año pasado en Tampico. ¡Si la vieras!… No conserva nada de aquella
espléndida belleza, a la cual te rendiste a los pocos días.
Rafael Delgado (México, 1853-1914).
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