jueves, 10 de marzo de 2022

Día de reyes: LA ÚLTIMA TENTA- CIÓN DE CRISTO, de Nikos Katzanzakis

"Escribe: «Y siguiendo una gran estrella, llegaron tres magos para adorar al recién nacido»..."

(Fragmento final del capítulo XXIII)

- ¡No es hijo de José! ¿Qué dice el profeta Isaías? «¡He aquí que la virgen concebirá y parirá un hijo!» Escribe: María era virgen. El arcángel Gabriel se presentó en su casa antes de que ningún hombre la hubiera tocado y le dijo: «¡Salve, María, llena de gracia, el Señor es contigo!», y al punto floreció su vientre. ¿Me oyes? ¡Eso debes escribir! Y no nació en Nazaret. Acuérdate de la profecía: «¡Y tú, Belén, pequeñita entre las mil hijas de Judá, serás cuna de Aquél que reinará sobre Israel y cuyo linaje se remonta a la eternidad.» Por lo tanto, Jesús nació en Belén, y en un establo. ¿Qué dice el salmo infalible? «Lo sacó del establo donde mamaban los corderos para convertirlo en pastor de los rebaños de Jacob.» ¿Por qué te detienes? ¡Ya solté tu mano; escribe!

Pero Mateo se enfadó; se volvió hacia el ala invisible, que estaba a su derecha, y gruñó quedamente, para que no le oyeran los discípulos entregados al sueño:

- No es cierto. No quiero; no escribiré falsedades.

Una risa burlona resonó en el aire y una voz dijo:

- ¿Cómo puedes comprender tú, partícula de polvo, qué es la verdad? La verdad tiene siete grados. En el grado más elevado impera la verdad de Dios, que no se asemeja en modo alguno a la verdad de los hombres. Y ésa es la verdad, Mateo Evangelista, que te susurro al oído. Escribe: «Y siguiendo una gran estrella, llegaron tres magos para adorar al recién nacido...»

Un torrente de sudor corría por la frente de Mateo.

- ¡No escribiré! ¡No escribiré! -exclamaba, pero su mano se deslizaba velozmente sobre el papel.

Jesús oyó en sueños la lucha de Mateo y abrió los ojos. Lo vio jadear junto a la vela; la caña se deslizaba furiosamente y chirriaba como si estuviera a punto de romperse.

- Hermano Mateo -le dijo en voz muy baja-, ¿por qué refunfuñas? ¿Quién está a tu derecha

- Maestro -respondió Mateo sin dejar de escribir febrilmente-, no me hagas preguntas, duerme.

«Dios debe estar a su derecha», pensó Jesús. Cerró los ojos para no turbar la santa posesión.

Nikos Kazantzakis (Griego fallecido en Alemania, 1883-1957).

(Traducido al español por Roberto Bixio).

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