lunes, 9 de marzo de 2020

Marzo: POR SENDEROS QUE LA MALEZA OCULTA, de Knut Hamsun

"Es marzo (…) No es lo único que ocurre, también hay deshielo en los seres humanos."

(Fragmento)

Ríos y fiordos deshelados.

Es marzo. Después del maravilloso tiempo que hizo en febrero y en marzo, la cala de Nørholm ya ha empezado a deshelarse. No es lo único que ocurre, también hay deshielo en los seres humanos. El autor de salmos Grundtvig tiene razón: ¡Los hijos de la luz notamos cómo la noche ya ha terminado! ¿Acaso no notamos el jaleo que se está armando en nuestras carcomidas ruinas? Este invierno oímos a menudo hablar de los buitres que se estaban concentrando sobre nuestro viejo hogar en Europa. De acuerdo. ¿Pero nadie ha oído esta mañana temprano a la oca silvestre? Está llegando la primavera.

Entre un montón de impresos me encuentro un viejo calendario. No era mi intención sacar de la oscuridad ese calendario, me puse a hojearlo, pero me enteré de poco. Al cabo de bastantes páginas pone Verner von Heidenstam. Bien, sigo hojeando. Para un momento, ¿qué es lo que pone de Heidenstam? Hojeo hacia atrás y leo. Teníamos la misma edad, nacidos en el mismo año, y los dos estamos muertos. Y aunque solo uno de nosotros se convirtió en fantasma en el lugar del patíbulo, los dos servimos a la misma vieja diosa en nuestros tiempos felices. Y ahora estamos muertos.

Paso deprisa muchas hojas. Muy dentro me encuentro con Schiller. Había nacido el mismo año que nosotros, solo que cien años antes. Murió.

Napoleón se presentó ante Goethe. ¿Se estremeció por eso el mundo? No. Charlaron, pero Napoleón tenía prisa. Al salir del encuentro se dice que dijo a modo de aprobación sobre Goethe: ¡Qué persona! Pero eso fue todo. Fue como si no se hubiesen conocido. Mas ellos también están muertos.

¡Por qué no íbamos a morir!

Tácito opina que los germánicos somos hábiles para morir. Y los vikingos no nos deshonraron en ese aspecto. Nuestro conocimiento aún más reciente nos deja claro por qué existe en sí la muerte: pues no morimos para estar muertos, para ser algo muerto, morimos para poder pasar a la vida, morimos a la vida, estamos dentro de un plan. El mismo Tácito nos elogia porque no adornamos en exceso nuestras tumbas. Nos limitamos a echar algo de torva encima para evitar el olor. Luego nos elogia también por no querer tener altos monumentos sobre la tumba. Dice que los desdeñamos. No ha tenido en cuenta nuestra modesta decadencia en los últimos tiempos.

Knut Hamsun (Noruega, 1859-1952). Obtuvo el premio Nobel en 1920.

(Traducido al español por Kirsti Baggethun y Asunción Lorenzo).

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