La que en rimas canto
Y al lirio encanto
De mis rimas lloro.
Preguntóme un día
Por qué la quería...
(Era en la floresta
(Era en la floresta
Propicio el instante
para la respuesta:
Iba en la floresta,
Mi suntuosa amante
Vestida de fiesta.)
Y le dije: -Tiene
Y le dije: -Tiene
mi amor peregrino
Todo lo divino
Que de ti le viene.
Y te amo por esa
Y te amo por esa
razón paradójica
De la clara lógica
que el amor profesa:
¡Te amo porque te amo!
¡Te amo porque te amo!
Por nada y por todo;
Porque sí... De modo
Que "mía" te llamo,
-Puente de mi abismo
-Puente de mi abismo
Nimbo de mi gloria-,
Por ejecutoria
de mi pecho mismo...
A veces me inquieta
A veces me inquieta
si tu boca linda,
Tu labio de guinda
Tu ojera violeta;
O si tu fragancia
O si tu fragancia
de aromado nardo
Que en el alma guardo;
O si la elegancia
Con que te consagra
Con que te consagra
tu chal de etamina
Fina figurina
de un ideal Tanagra,
No serán, en veras,
No serán, en veras,
Mi "por qué" de amores;
Pero en sus dolores
Saben mis quimeras
Que mi alma y la tuya,
Que mi alma y la tuya,
Concertando grimas,
Cesan en sus rimas
trovas de aleluya.
(Era en la floresta
(Era en la floresta
Propicio el instante:
La tarde... la amante...
El rumor de la fiesta...)
Ella alzó la frente:
Ella alzó la frente:
Y ardida en sonrojos,
Dolorosamente
Me miró en los ojos...
Ricardo Rojas (Argentina, 1882-1957).
No hay comentarios.:
Publicar un comentario