lunes, 7 de octubre de 2019

Tu boca: CONTRAPUNTO, de Aldous Huxley

"... mientras él prende fuego a los periódicos sobre ella y le deja caer las cenizas calientes sobre el cuerpo."

(Fragmento del capítulo XXV)

Quai Voltaire.
  
Sufro de un catarro y de un intenso aburrimiento, sólo momentáneamente aliviado por tu carta. En el fondo, París es terriblemente triste. Tengo unas ganas locas de tomar un avión que me lleve a algún otro lado, pero no sé adónde. Eileen vino a verme hoy. Quiere separarse de Tim, porque se empeña en que permanezca desnuda sobre la cama mientras él prende fuego a los periódicos sobre ella y le deja caer las cenizas calientes sobre el cuerpo. ¡Pobre Tim! Parece injusto privarlo de sus placeres inocentes. Pero Eileen tiene pánico a que la asen a la parrilla... Se tornó furiosa contra mí por echarme a reír y no darle muestras de mayor simpatía. Yo lo he tomado todo a broma. Como lo es. Una broma muy floja, sin embargo. Porque, como le ocurría a la Reina, no nos hace ninguna gracia. ¡Cómo te odio por no estar aquí para distraerme! Todo se puede perdonar, salvo la ausencia. Imperdonable Walter ausente, adiós. Tengo envidia de ti esta noche, de tus manos y de tu boca... ¿Y tú? ¿Lo recuerdas?
 L.

Aldous Huxley (Inglaterra, 1894-1963).

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