domingo, 17 de marzo de 2019

Tu boca: KENILWORTH, de Walter Scott

"... dime que es lo que quieres cambiar ó añadir, y tu boca será la medida, luz de mis ojos."

(Fragmento del capítulo VII)

- ¿Pero iré yo contigo á uno de tus castillos, para ver como la magnificencia de tus habitaciones se avendrá con vestidos tan sencillos?

- ¿Como? Amy, dijo el conde mirando a todas parles, ¿estas habitaciones no están acaso adornadas con bastante lujo y brillantez? Habia dado orden de que las amueblasen de un modo digno de tí y de mí; me parece en efecto que pudieran estarlo mejor; pero dime que es lo que quieres cambiar ó añadir, y tu boca será la medida, luz de mis ojos.

- Te quieres reir a mi costa, sin duda: la magnificencia de esta habitación es superior a mis deseos y a mi mérito. ¿Pero tu esposa no se verá.revestida algún día, pronto, del lustre que no resulta ni del trabajo de los artesanos que decoran su habitación, ni de las ricas telas y joyas con que tu liberalidad quiere adornarla, sino que es anexo al rango que debe tener entre las damas inglesas, como esposa del conde mas noble del reino?

-  ¡Algún día sí, Amy, amor mió! llegará ese día por cierto, y tú no deseas con más ardor que yo que llegue cuanto antes ¡Con que gusto abandonaré los cuidados del Estado, las penas y las inquietudes de la ambición, para pasar honradamente mi vida en mis dominios contigo, mi amiga y mi dulce compañera! Pero, Amy, ahora es imposible, y estas visitas secretas, estos instantes preciosos son todo lo que puedo dar a la mujer mas amable y mas amada de todo su sexo.


Walter Scott (Inglaterra, 1771-1832).

La ilustración corresponde a Robert Dudley, Earl de Leicester visita a su esposa Amy Robsart en Cumnor Place (1825), de Henri-Joseph Fradelle.

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