domingo, 16 de septiembre de 2018

Septiembre: MARIO Y EL MAGO, de Thomas Mann

"... septiembre el mes en que se debe ir a Torre de Venere..."

(Fragmento)

A decir verdad, es septiembre el mes en que se debe ir a Torre de Venere, cuando el balneario se haya librado ya del gran público, o en el mes de mayo, antes de que el mar alcance aquel grado de calor que acabe por decidir a los meridionales a sumergirse en sus aguas.
 
Por lo demás, Torre no aparece tampoco abandonada antes ni después de la temporada; pero, no obstante, es más tranquila y menos «nacional». Bajo los quitasoles de los toldos y en los comedores de las pensiones se oye hablar sobre todo inglés, alemán y francés, mientras en el mes de agosto, el forastero encontrará los hoteles -por lo menos el Grand Hotel en el que habíamos reservado nuestras habitaciones, a falta de otras direcciones más personales- enteramente en manos de la buena sociedad florentina y romana, hasta tal punto que se sentirá aislado y en determinados momentos, le parecerá que no es más que un huésped de segunda categoría.
 
Tal fue la molesta experiencia que hicimos la misma noche de nuestra llegada, al bajar al comedor con la intención de cenar y al indicarnos el jefe de los camareros una mesa. No había nada que reprochar a dicha mesa; pero nos cautivaba la vista de la terraza vecina, cuyos ventanales vidrieros daban sobre el mar; estaba tan animada como la sala, pero no tan llena, y en las mesitas brillaban unas diminutas lámparas con pantalla roja.
 
Los niños se mostraron encantados con aquel esplendor y declaramos a los camareros, simplemente, que preferíamos comer en la terraza; lo que sólo puso de manifiesto nuestra ignorancia, según parecía, pues fuimos informados con una cortesía algo forzada de que aquel puesto íntimo estaba reservado «a nuestros parroquianos», ai nostri clienti.
 

Thomas Mann
(Escritor alemán nacionalizado primero checoslovaco y más tarde estadounidense, 1875-1955).
Obtuvo el premio Nobel en 1929.
 (Traducido del alemán por F. Oliver Brechfeld).
La ilustración corresponde a una antigua postal de Portovenere, Liguria, en Italia.

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