viernes, 3 de agosto de 2018

Solsticio: EL SECRETO DEL SOLSTI- CIO DE VERANO, de Christine Kabus

 
(Fragmento del capítulo 21)

Røros, junio de 1895. Clara.

Poco después, la señora Olsson quitó la mesa. Antes de que los comensales se dispersaran, el comerciante de maíz propuso que más tarde fueran todos juntos a la celebración de Sankthans, en la que habría una inmensa hoguera.
 
- ¿Conocen esa costumbre en su país? -le preguntó la dueña a Clara.
 
- Claro, nosotros también encendemos fuegos en honor de San Juan Bautista -respondió.
 
Evocó el recuerdo de la hermana Gerlinde, que les contaba a sus alumnas entre guiños lo prácticos que eran los líderes de la Iglesia en la Edad Media. Como no lograban erradicar antiguas costumbres paganas como la fiesta del solsticio de verano, las transformaron directamente en festividades cristianas. Y así fue como el Mittsommerfest, que tan importante era para celtas y germánicos con el que celebraban la energía vital del sol, se convirtió en el día en que nació Juan el Bautista, el hombre que anunció la venida de Jesús (cuyo nacimiento decidió celebrarse con la Navidad, coincidiendo con el solsticio de invierno).
 
 
Christine Kabus (Alemania, 1964).
 
La ilustración corresponde a una fotografía de la población de Røros, en Noruega.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario