Como
siempre procedemos lentamente de una idea sensible a otra idea sensible, como
nos familiarizamos durante mucho tiempo con una antes de que pasemos a otra, y
como nunca forzamos a nuestro alumno a que esté atento, mucho tendrá que andar
desde esta primera lección hasta conocer el curso del sol y la configuración de
la tierra, pero como todos los movimientos aparentes de los cuerpos celestes
están basados en el mismo principio, y la primera observación nos lleva a todas
las demás observaciones, nos cuesta menos, aunque se necesite más tiempo,
llegar desde una revolución diurna al cálculo de los eclipses que entender bien
la causa de la sucesión del día y de la noche.
Puesto
que el sol gira alrededor del mundo, describirá un círculo, y todo círculo es
necesario que tenga un centro, y nosotros ya lo sabemos. Este centro no podemos
verlo porque está en el interior de la tierra, pero en su superficie podemos
señalar dos puntos opuestos que le correspondan. Una aguja que pase por los
tres puntos y se prolongue hasta el cielo por una y otra parte será el eje del
mundo y del movimiento diurno del sol. Una peonza redonda que ruede
representará el cielo dando vueltas sobre su eje; los dos puntos de la peonza
son los dos polos, y el niño tendrá una gran satisfacción en conocer uno, pues
yo se lo muestro en la cola de la osa menor. Ya tenemos diversión para las
estrellas, y de aquí nace la primera afición por conocer los planetas y
observar las constelaciones.
Nosotros
hemos visto salir el sol el día de San Juan; vamos también a verle salir por
Navidad, o cualquier otro día sereno de invierno, puesto que ya es sabido que
no tenemos pereza y que no nos asusta el frío. Tengo mucho cuidado de realizar
esta observación en el mismo sitio en que hicimos la primera y mediante alguna
habilidad para lograr que se fije en ello, uno de los dos exclama: «¡Qué
sorpresa!, el sol no sale por el mismo sitio. Aquí están nuestros sitios de
antes, y ahora ha salido por allí; luego existe un oriente de verano y otro de
invierno...» Maestro joven, ya estás en el camino. Estos ejemplos te deben ser
suficientes para poder enseñar con mucha claridad la esfera, representando el
mundo por el mundo y el sol por el sol.
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