- Tu regalo tiene historia -prosiguió Ryuji, ignorante de la tensión del ambiente. Puso el cocodrilo junto a la almohada de Noboru-. Lo han disecado los indios del Brasil. Son tribus indias de verdad. Cuando llega el carnaval, los guerreros se ponen en la cabeza, delante de las plumas que llevan en el pelo, cocodrilos como éste o aves acuáticas disecadas. Y se atan a la frente tres pequeños espejos redondos que, al reflejar el fuego de las hogueras, les hacen parecer demonios de tres ojos. Se cuelgan dientes de leopardo alrededor de la garganta y se envuelven en pieles de leopardo. Todos llevan carcaj a la espalda, y arcos preciosos, y flechas de colores. Bueno, ésta es la historia de este cocodrilo. Es parte del vestido ceremonial de los indios brasileños en tiempo de carnaval.
Yukio Mishima (Japón, 1925-1970)
La ilustración corresponde a una fotografía de la tribu Xingú en territorio amazónico.
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