martes, 15 de diciembre de 2015

Unicornios: EL EREMITA, de Guillaume Apollinaire

"Mira soy unicornio Sin embargo a pesar de su miedo lascivo Como un muñeco querido mi sexo es inocente"

(Fragmento)
 
Un descalzo eremita cerca de un blanco cráneo
Gritó Os maldigo mártires y aflicciones
Múltiples tentaciones pese a mí me acarician
Tentaciones de Luna y de palabras vanas
 
Muchas estrellas huyen cuando digo mis oraciones
Oh jefe de difunta Oh viejo marfil Órbitas hoyos
De narices roídas Tengo hambre Mis gritos se vuelven roncos
He aquí para mi ayuno un pedazo de queso
 
Oh Señor flagelad las nubes del poniente
Que os tienden en el cielo tan lindas nalgas rosas
Anochece las flores del día ya se cierran
Y en la sombra las ratas embelesan el piso
 
Los hombres saben tantos juegos amor y morra
El amor juego de ombligo o juego de la gran oca
La morra juego del número tan falaz de los dedos
Señor haced Señor que un día me enamore
 
Espero a la que me tenderá sus menudos dedos
Cuántos signos blancos en las uñas las perezas
Mentiras sin embargo espero que levante
Sus manos amorosas ante mí la desconocida
 
Señor qué te he hecho Mira soy unicornio
Sin embargo a pesar de su miedo lascivo
Como un muñeco querido mi sexo es inocente
De anhelo solitario y erguido como un hito
  

Guillaume Apollinaire: Wilhelm Albert Wlodzomierz Apolinary de Kostrowicki
(Francés nacido en Italia, 1880-1918)

La ilustración corresponde a la escultura en bronce El unicornio (1984), de Salvador Dalí.

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