lunes, 30 de agosto de 2021

VENECIA, de Mihai Eminescu

"Para exhalar un aliento de vida a su dulce novia, golpeando los viejos muros con sus olas."

La vida se extingue en Venecia. Su orgullo cae.
No se escuchan los cantos, ni se ven las luces de los bailes;
En las escaleras de mármol, a través de portales antiguos
La luna penetra las paredes, lo inunda todo con su brillo.
 
Océanos se lamenta, llorando en los canales…
Condenado a la eterna juventud, florece:
Para exhalar un aliento de vida a su dulce novia,
Golpeando los viejos muros con sus olas.
 
Sobre la ciudad, silencio como el de un cementerio.
Un sacerdote permanece sobre el pasado vivo,
En San Marcos, siniestras campanadas de medianoche.
 
Con voz profunda, el discurso ominoso de Sibila
Tiene la cadencia de su presagio sombrío;
“Es en vano, niño, los muertos no reviven”.
 
 
Mihai Eminescu (Rumania, 1850-1889). 

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