Señor
recibe a esta muchacha conocida en toda la tierra con el nombre de
Marilyn Monroe
aunque ese no era su verdadero nombre
(pero tú conoces su verdadero nombre, el de la huerfanita violada a los 9 años
y la empleadita de tienda que a los 16 se había querido matar)
y que ahora se presenta ante Ti sin ningún maquillaje
sin su Agente de Prensa
sin fotógrafos y sin firmar autógrafos
sola como un astronauta ante la noche espacial.
Esta es la primera estrofa de la Oración por Marilyn Monroe del poeta nicaragüense Ernesto Cardenal. No ha sido el único poema inspirado por ella, conozco otro titulado simplemente Marilyn, del japonés Makoto Ooka. Estos son algunos fragmentos (los he traducido del inglés, de la versión de Thomas Fitzsimmons sobre el original en japonés. La palabra final: Blue, podría también traducirse como triste, pero he respetado su acepción literal azul, debido a que resulta más poética y congruente con Marina, la palabra que le precede):
La muerte
regresa la película en reversa.
Un espejo el giro de su mirada
ya no alcanza el bosque de cristal soñado
...
ahora su cabellera trémula
yace sobre un espejo oscuro
como en un tablero.
Arriba un bisturí tiembla.
Ningún bisturí puede descubrir
la verdad del alma y su imagen.
...
Marilyn
alma más ruidosa que el mundo y más ansiosa
tímida como un molusco
espejo de la feminidad.
Tu risa
sol y cactus.
Primero contaste un cuento de hadas
que ningún yanqui jamás había conocido
para desaparecer después
tras las puertas giratorias
entre el sueño y la vigilia.
...
Los poemas son pálidos ahora
las naciones son aldeas
las ventanas lloran en secreto.
Marilyn
Marina
Azul
Cada año el 5 de agosto, los admiradores de Marilyn que suman legiones dispersas por el mundo, recuerdan la fecha de su muerte. La literatura no le era tan ajena como se podría suponer, y no sólo porque estuvo casada con el dramaturgo Arthur Miller, sino porque ella escribía sus propios poemas y reflexiones sobre su angustia existencial:
Vida
soy de tus dos direcciones
de algún modo permanezco colgada hacia abajo
casi siempre
aunque fuerte como una telaraña al viento
existo más con la escarcha fría resplandeciendo.
El polémico Norman Mailer escribió una biografía novelada que originó controversias tras su publicación, en 1973. Desde el inicio, Mailer establecía que Marilyn era el romance soñado por América (en referencia a los Estados Unidos, pero ya sabemos que suelen nombrar América a su país, soslayando que el resto del continente también lo es). "Era nuestro ángel, el dulce ángel del sexo", afirma Mailer, y procede a elaborar una analogía de Marilyn con los violines, para concluir en que era "un verdadero Stradivarius del sexo". Después de eso prosigue: "Y ella era todavía más. Era una presencia. Era ambigua. Era el ángel del sexo, y eso la hacía distinta".
Tanto Bob Dylan como Elton John compusieron canciones inspirados en ella. Marilyn Monroe, que nunca logra dormir -cantaba Miguel Ríos- Marilyn Monroe se ha suicidado/ aprieta el teléfono entre sus manos. Pero regresando al poema de Cardenal con el que inicié este texto:
La película terminó sin el beso final.
La hallaron muerta en su cama con la mano en el teléfono.
Y los detectives no supieron a quién iba a llamar.
...
Señor
quienquiera que haya sido el que ella iba a llamar
y no llamó (y tal vez no era nadie
o era Alguien cuyo número no está en el Directorio de Los Ángeles)
¡contesta tú el teléfono!
Jules Etienne
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